Trump y líderes republicanos cierran la puerta a la estadidad para Puerto Rico

Resumen de la nota original publicada en El Nuevo Día por José A. Delgado, corresponsal en Washington D.C.

El presidente Donald Trump y el portavoz republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, volvieron a dejar claro su rechazo a la estadidad para Puerto Rico. Ambos coincidieron en que convertir la isla en estado sería “altamente destructivo” y “perjudicial” para Estados Unidos.

Trump hizo las expresiones mientras defendía eliminar la regla del filibusterismo en el Senado para aprobar una resolución presupuestaria que ponga fin al cierre parcial del gobierno federal.

En su argumento, afirmó que los demócratas buscarían usar esa medida para “convertir a Puerto Rico y Washington D.C. en estados” y ganar escaños en el Congreso y votos electorales.

Por su parte, Mike Johnson, líder republicano de la Cámara baja, también rechazó la posibilidad de admitir a Puerto Rico como estado, afirmando que sería perjudicial para la seguridad del país.

Ante estas expresiones, Juan Dalmau respondió que la dureza de la oposición republicana a la estadidad no debe sorprender a nadie, y mucho menos a los líderes del Partido Nuevo Progresista (PNP).

“Lo peor es que el liderato del PNP lo sabe perfectamente, pero calla y se somete para continuar guisando en la colonia. Mientras el liderato del PNP es humillado en Washington, el pueblo puertorriqueño debe mirar hacia sí mismo, hacia su dignidad y capacidad de decidir. La única alternativa que nos garantiza respeto, desarrollo y plena democracia es la soberanía propia”, afirmó Dalmau.

Las expresiones del presidente estadounidense y del portavoz republicano confirman, una vez más, la distancia entre el discurso del PNP y la realidad política en Washington.

Mientras tanto, voces como la de Dalmau insisten en que la salida digna para Puerto Rico pasa por fortalecer la autosuficiencia económica, la democracia y el derecho del pueblo a decidir su futuro.

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