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Residencias de lujo vs. uno de los últimos bosques de San Juan

Las playas son del pueblo, y los bosques también.
Las playas son del pueblo, y los bosques también.

En San Juan, donde el concreto gana terreno cada día, todavía quedan pulmones verdes que ayudan a regular la temperatura, capturar carbono y protegernos de inundaciones. Uno de esos últimos bosques está en Cupey, pero hoy enfrenta la amenaza del proyecto residencial Paseo La Cima, que pretende levantar apartamentos de lujo de hasta $450,000 en medio de la naturaleza.

El problema no es solo ambiental. También es político. Registros del Contralor Electoral muestran que el presidente de la empresa desarrolladora Metro Paseo LLC, Adriel Longo Ravelo, repartió $19,400 en donativos políticos entre 2023 y 2024 a comités de figuras prominentes del Partido Nuevo Progresista: desde Thomas Rivera Schatz y Carmelo Ríos, hasta el propio PNP, el Comité Municipal de San Juan y el alcalde Miguel Romero.

Incluso, una funcionaria clave de la Oficina de Permisos —que recomendó la aprobación del proyecto— aparece también como donante a varios de esos mismos candidatos. Apenas semanas después de emitir su informe favorable, aportó al comité de campaña de Miguel Romero.

Esto nos deja con una pregunta inevitable: ¿los proyectos de construcción en Puerto Rico se aprueban porque cumplen con criterios ambientales y legales, o porque quienes tienen acceso privilegiado al poder saben “invertir” en la política?.

Mientras tanto, el bosque de Cupey —parte

del Corredor Ecológico de San Juan— podría perderse para siempre, junto con los beneficios ambientales que sostienen la calidad de vida de toda la ciudad.

Ante esta amenaza, la representante Adriana Gutiérrez Colón presentó la Resolución de la Cámara 162, ordenando una investigación exhaustiva sobre el proceso de permisos y el impacto ambiental y comunitario del proyecto Paseo La Cima.

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